viernes, 4 de noviembre de 2016

EL PROYECTO DE INTELIGENCIA EMOCIONAL

ESTA SEMANA HA SIDO MUY CORTITA PERO COMO TODAS MUY INTENSA EN EL MONZÓN III.

ME GUSTARÍA APROVECHAR LA OCASIÓN PARA HABLAROS UN POQUITO DEL PROYECTO DE INTELIGENCIA EMOCIONAL (PIE) QUE SE LLEVA A CABO EN EL CENTRO Y MÁS CONCRETAMENTE SOBRE LAS ACTIVIDADES QUE REALIZAMOS AL RESPECTO CON LOS "PEQUES" DESDE LOS TRES AÑITOS.

EL PROYECTO DE INTELIGENCIA EMOCIONAL ES UNO DE LOS PILARES DEL CENTRO Y YA ES EL CUARTO CURSO QUE SE DESARROLLA. LOS ALUMNOS QUE YA HAN ESTADO ESCOLARIZADOS EN ESTE PERIODO DE TIEMPO LLEVAN YA UNA PARTE IMPORTANTE DEL CAMINO RECORRIDO. LOS QUE ACABAMOS DE LLEGAR NOS SUBIMOS AL MISMO TREN QUE NUESTROS COMPAÑEROS DE COLE, PERO NECESITAMOS TAMBIÉN IR TRABAJANDO LOS CONOCIMIENTOS BÁSICOS REFERENTES A HABILIDADES SOCIALES Y RECONOCIMIENTO DE EMOCIONES BÁSICAS. 
TODOS LOS ALUMNOS DE INFANTIL HEMOS EMPEZADO EL CURSO RECORDANDO O EN NUESTRO CASO INTRODUCIENDO HABILIDADES SOCIALES. 

CON EL CUENTO "EL CONEJO BERMEJO" HEMOS APRENDIDO LO IMPORTANTE QUE ES SABER ESCUCHAR PARA APRENDER Y PARA QUE LOS DEMÁS TAMBIÉN NOS ESCUCHEN A NOSOTROS.
AQUÍ OS DEJO EL CUENTO QUE NOS SABEMOS MUY BIEN. 



EL CONEJO BERMEJO

Había una vez un conejito que tenía  tres años. Se llamaba Bermejo.

  El conejo Bermejo era muy simpático y tenía  muchos amigos/as en su clase. Pero había una cosa que no hacía bien; cuando la maestra coneja explicaba lo que había que hacer, el conejo Bermejo nunca la escuchaba, empezaba a mirar para todas partes y se ponía a hablar con otro conejito.



            Los demás compañeros escuchaban muy atentos, entendían el trabajo que había que hacer y lo hacían muy bien. La maestra coneja estaba muy contenta con ellos y les dejaba ir a jugar al terminar su trabajo.



            Pero como Bermejo no había escuchado no sabía lo tenía que hacer, todo le salía mal, tenía que repetir siempre su trabajo y nunca le quedaba tiempo para ir a jugar. La maestra coneja estaba muy triste y preocupada con el conejo Bermejo.

            Cuando la maestra coneja contaba un cuento, el conejo Bermejo tampoco escuchaba y si sus compañeros tenían algo que decir el conejo Bermejo no les hacía ni caso.  Si algún conejito había ido de excursión con sus papás y al día siguiente lo contaba en la clase, Bermejo se ponía a charlar y no le escuchaba y el conejito que estaba hablando se enfadaba porque el conejo Bermejo no le prestaban atención y le molestaba.



         Los conejitos/as estaban hartos, porque como el conejo Bermejo hablaba tanto no podían  escuchar a los demás compañeros ni a  su maestra.



         Un día, el conejo Bermejo fue con su papá  y su  mamá a un parque zoológico. Allí vio muchos, muchos animales y se lo pasó muy bien porque estuvieron todo el día en el parque toda la familia. De vuelta a casa, Bermejo les dijo a sus papás: -Mañana,  en el “cole” le voy a decir a la maestra coneja que me deje contar a los otros conejitos/as todo lo que he visto en el parque.

         Y así fue. Todos los conejitos/as se sentaron en la asamblea y la maestra coneja les dijo: - Ayer Bermejo estuvo en un zoo muy bonito y os va  a contar todo lo que vio.

         El conejo Bermejo empezó a hablar, pero vio que los conejitos/as  se ponían a charlar entre ellos. Al conejo Bermejo no le gustó que no le miraran mientras hablaba. Todos los conejos/as estaban charlando y no le hacían  ni caso. Bermejo empezó  a enfadarse  y a decir: -¡Eh!  ¡Silencio!  ¡Escuchadme!

   Pero sus compañeros no hicieron ni caso. Casi llorando le dijo a la maestra:

- No me escuchan y no puedo contar mi visita al zoo.

Entonces una conejilla levantó la mano y dijo: -No queremos escucharte, porque tú no nos escuchas cuando hablamos y tampoco  nos dejas escuchar a la maestra cuando habla.

         Bermejo se puso muy triste porque se dio cuenta de que la conejita tenía  razón: él nunca escuchaba y cuando alguien estaba hablando él  se ponía a charlar. Ahora comprendía cómo  se sentían los demás cuando él charlaba.

Se fue a su casa tan triste, que su mamá se dio cuenta y le dijo: -¿Qué  te pasa Bermejo? Estás muy triste y has llorado.

Bermejo se lo contó todo. La mamá le dijo que tenían razón , que si nunca escuchaba a los demás, los demás tampoco querrían escucharle a él.



Pero su mamá le enseñó un truco y le dijo:  - A partir de ahora, cuando alguien hable, le vas a mirar a los ojos y le vas  a escuchar con atención. Si alguien te quiere hablar en ese momento, le señalas que guarde silencio y sigues escuchando. ¿Entendido?



Al día siguiente,  el conejo Bermejo llegó a la clase y se puso a escuchar a la maestra y a los otros conejitos/as. Un conejito  que estaba a su lado quería hablar con él, pero él le hacía la señal de silencio y seguía escuchando. Todos los días hacía el truco que le había enseñado su mamá . Al principio le costaba mucho trabajo, pero poco a poco lo fue consiguiendo. Y así fue como el conejo Bermejo, se enteraba de lo que había que hacer y cuando él contaba algo, los demás conejitos/as lo escuchaban con atención. El conejo Bermejo volvió a estar contento y feliz en el colegio.



Y colorín colorado, el cuento del conejo Bermejo se ha acabado.                 





CON LA AYUDA DEL CUENTO "POR FAVOR, SEÑOR PANDA" HEMOS RECORDADO LA IMPORTANCIA DE PEDIR LAS COSAS POR FAVOR Y DE DAR LAS GRACIAS. ESO QUE NOS RECUERDAN LOS MAYORES TANTAS VECES Y QUE A VECES SE NOS OLVIDA...




DE LA MANO DEL MONSTRUO DE COLORES ESTAMOS APRENDIENDO A DISTINGUIR LAS EMOCIONES BÁSICAS Y QUÉ COSAS NOS HACEN SENTIR UNAS U OTRAS. NOS ENCANTA LA CANCIÓN QUE NOS HA AYUDADO MUCHO A IDENTIFICAR LAS EMOCIONES RELACIONÁNDOLAS CON LOS DISTINTOS COLORES. 





COMO VEIS HEMOS TRABAJADO YA MUCHAS COSAS IMPORTANTES RELACIONADAS CON ESTE MUNDO TAN COMPLEJO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL PERO TODAVÍA NOS QUEDA UN LARGO CAMINO POR RECORRER.  POR EL MOMENTO VAMOS DANDO PASITOS LENTOS... PERO SEGUROS. OS MANTENDREMOS INFORMADAS, FAMILIAS. 

¡DE MOMENTO NUEVA MEDALLA DE ORO BIEN MERECIDA PARA MIS CHIC@S DE EI 3 B Y UN BESO MUY FUERTE!


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